Uno de los mayores fabricantes europeos de estos adornos, tenia que emplear a personal, tiempo y energía para producir 60.000 unidades por día de estos anillos de chocolate de colores.
Además, tenía una gran cantidad de pérdida de producto debido a que, aunque hechas a mano, a veces no se finalizaban bien y no se podian vender.
Él ha dado la vuelta a Europa en busca de máquinas que uniformarían y facilitarían la producción, pero no pudo encontrar soluciones personalizadas a un precio aceptable.
Hace unos meses vino a visitarnos y ahora cuenta con un sistema automatizado que le permitirá producir con más tranquillidad.
No puedo decir que fue fácil, pero por lo menos, cuando acepté el desafío, me sentía mas listo que antes para hacer frente a las dificultades de las personalizaciones.