Yo conozco muchos chocolateros y todos son válidos empresarios, trabajadores incansables y creativos y tienen una gran pasión para sus profesiónes.
Entre éstos, conozco algunos que son fenómenos, increíbles, tan sorprendentes, como Enric Rovira, que también de Harvard lo notan y lo llaman para explicar las cualidades que uno debe tener para ser llamado chocolatero.